El confinamiento prolongado y el distanciamiento social han dejado secuelas importantes en la salud mental de las personas, sobre todo en los grupos más vulnerables. Es el caso de las personas mayores, quienes manifiestan que la soledad y la pérdida de autonomía son sus principales preocupaciones en este período. Esto de acuerdo al último reporte del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, en el que se entrevistó a personas de más de 60 años de distintas regiones y comunas del país. Estudio en el que participó la académica de nuestra Escuela, Susana González, que refleja la necesidad de diseñar medidas que contengan la pandemia, sin dañar el bienestar emocional.