Erika Himmel fue una pionera en la investigación educacional y psicológica, en una época en que ambas disciplinas transitaban por caminos aplicados en nuestro país.
Reconocemos en ella una persona que se entregó por entero a nuestra universidad. Su trayectoria refleja con extremada claridad la amalgama de deberes y responsabilidades que conlleva la labor académica; como docente, reconocida siempre por su excelencia, como investigadora, rigurosa, certera y conectada con la realidad nacional, aportando con soluciones a problemas en el ámbito educacional. La antigua PAA y el Programa de Evaluación del Rendimiento Escolar, antecesor del SIMCE, son solo dos ejemplos de su notable contribución. Su compromiso institucional se reflejó también en el ámbito administrativo, asumiendo la Vicerrectoría Académica de la Universidad y el Decanato de la Facultad de Educación.
En nuestra EPUC, Erika Himmel fue responsable de la formación de muchas generaciones de psicólogos y psicólogas, muchos de los cuales aprendimos a valorar la investigación tanto en sus aulas, como siendo sus ayudantes y colaborando con ella. Quienes tuvimos la oportunidad de conocerla profesional y personalmente, reconocemos en ella una verdadera maestra, dedicada, rigurosa en su pensamiento, siempre dispuesta a escuchar y aportar con su sabiduría en nuestra formación. Sus clases fueron siempre reconocidas por su pedagogía y su singular capacidad de trasmitir conceptos, para muchos, distantes del quehacer psicológico. A fines de la década de los 70 y comienzos de la década de los 80, su curso de metodología de investigación multivariado, dictado en la Facultad de Educación, era un curso obligado para quienes queríamos desarrollarnos en investigación. En la época actual, en que la mayoría tiene un computador al alcance de sus manos, y puede realizar complejos análisis estadísticos, puede parecer irreal que en aquellos años nuestra aproximación a los análisis era revisando grandes hojas de output que nos mostraban resultados obtenidos casi mágicamente, o tratando de invertir grandes matrices para poder efectuar un análisis.
Su impronta contribuyó de manera singular al desarrollo de la investigación en nuestra Escuela, lo que nos permite que hoy día seamos una Escuela con una amplia actividad de investigación que no solo genera conocimiento de vanguardia, sino que nutre nuestra docencia en la tarea de formar psicólogos y psicólogas orientados científicamente.
El auditorio de Mide UC lleva su nombre, como un reconocimiento de su contribución a la medición y evaluación educacional. Nosotros, como herederos de su legado, esperamos preservar su memoria en el fruto de nuestra investigación y en el de futuras generaciones que germinarán como producto de lo que Erika Himmel sembró de manera pionera.
Patricio Cumsille y Jorge Manzi
Académicos Escuela de Psicología UC
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