Junto a otros cuatro representantes, nuestra académica y directora del Centro de Estudios y Promoción del Buen Trato, ejercerá el cargo durante dos años, lo que calificó como una maravillosa oportunidad.
La académica de nuestra Escuela, directora del Centro de Estudios y Promoción del Buen Trato y profesora emérita UC, Ana María Arón, fue nombrada como parte del consejo asesor que acompañará la labor de la ombuds (consejera o mediadora) de la UC, cargo que asumió en agosto la académica de la Escuela de Enfermería Patricia Masalán.
“Esta es una solicitud del Rector que sabe que siempre he estado preocupada de estos temas, y personalmente encuentro que es una estupenda idea. En muchos otros lugares el rol del ombuds no es solamente de una persona sino que de un grupo colegiado. Los problemas que hay que enfrentar son muy difíciles y hemos aprendido en psicología, especialmente en clínica y en psicología comunitaria, lo importante que es trabajar en equipo”, comentó la profesora Arón sobre su nombramiento.
El consejo, que tendrá su primera reunión a principios de este mes, está integrado además por el profesor titular adjunto del Instituto de Geografía y primer ombuds, José Ignacio González, la subdirectora de Desarrollo de la Dirección de Personas, Carmen Luz Urbina, la directora de Desarrollo Estudiantil, María Soledad Cruz, y la consejera superior de los estudiantes, Magda Cottet, quienes representan a los tres estamentos de la UC y estarán en el cargo por un periodo de dos años.
“Es muy importante que todos los estamentos estén representados para romper en parte la cultura patriarcal en la que hemos vivido, que es un sistema muy jerárquico, que piensa que los que están en posiciones de poder son los que más saben y los que tienen que decidir lo que que es importante y necesario. Yo creo que tenemos que ir cambiando hacia otro sistema, más de escuchar, de estar conectados con cuales son realmente los problemas de las personas (…) Poder escuchar las voces de los otros es tremendamente importante, eso es la participación, no significa que todos vayamos a hacer todo todo juntos, sino escucharnos, y escucharnos con una apertura al cambio”, puntualizó la académica.
Hacia un cambio cultural
La profesora de nuestra Escuela, quien ha trabajado por más de 40 años en temáticas relacionadas con conveniencia y buen trato, comenta que ser parte del consejo “es una oportunidad maravillosa porque tiene gente que está pensando distinto, con una formalidad dentro de la Universidad que te da piso para poder hablar, para poder llegar a los diversos estamentos”.
Lo anterior, señala, va de la mano con la oportunidad de generar un cambio cultural, que es lo que le gustaría lograr con su trabajo en el consejo. «A nosotros nos ha tocado intervenir en varias facultades desde el Centro Buen Trato. Sabemos que el que un caso se judicialice o sancione no resuelve el problema, porque es toda la comunidad la que queda afectada. Entonces se hace importante otro concepto que a mí me encanta, que es la justicia restaurativa, que dice que no solamente hay que encontrar al culpable, castigar el hecho y ya. Eso es una parte, pero la parte más importante es poder restaurar los vínculos de la comunidad que quedan dañados cada vez que aparecen uno de estos casos», enfatiza la experta.
Para nuestra profesora, la creación del ombuds y especialmente el ombuds con un consejo, es el comienzo de ese cambio cultural al que apela y que espera contribuya a una manera distinta de pensar las relaciones entre las personas y mejorar la convivencia, privilegiando la prevención. Para lograrlo, resalta, será muy importante comunicar efectivamente el trabajo que realicen junto a la ombuds. “Yo creo que poder comunicar lo que hagamos será fundamental, no solamente conversarlo entre nosotros. No sacamos nada con nosotros pensar estos cambios si el resto de la comunidad no sabe lo que es el ombuds. Hay una labor importante de difusión y eso también es parte del cambio cultural que necesitamos”.
Un paso más allá
Tomar esta responsabilidad tiene un especial significado para la profesora Arón, quien ha trabajado arduamente para posicionar los conceptos de buen trato, práctica en buen trato, relaciones saludables, entre otros. “Desde el Buen Trato estamos hace más de 40 años trabajando en estos temas. Muchas veces fuimos mirados de reojo por la comunidad, y hoy son conceptos que han sido adoptados, que están instalados en el discurso público (…) cuando uno ha peleado tanto tiempo por estas ideas y de repente ves que se concretan en una normativa, en un cargo oficial, uno no puede restarse”, comenta.
Aunque sostiene que la existencia del ombuds y el consejo no aseguran por sí mismos que haya un cambio en el comportamiento de las personas, “es un logro super importante, que esto de lo que siempre hablábamos, que no siempre nos entendían, se transforme en una institución dentro de la Universidad me parece maravilloso. Digo esto porque generalmente las generaciones más jóvenes son más reticentes o piensan que no va a servir para nada, pero el camino que hemos recorrido es impresionante (…) La primera vez que escuché la palabra ombuds fue hace unos 25 años en un seminario en Salzburgo y cuando me explicaron lo que era pensé ¿cuándo vamos a tener en Chile una cosa así?”.
Considerando lo anterior, para la académica es fundamental hacer las cosas lo mejor que se pueda, ir un paso más allá. “Una cosa es detectar los problemas que hay y protestar, que es muy importante, porque alertan, prenden una luz roja de que esto no está bien, pero eso no basta, hay que dar un paso más, a tener modelos que nos permitan entender porque pasan estas cosas, pero más que eso, tenemos que tener un modelo de transformación que nos ayude a entender cómo es que vamos a cambiar esto (…) hay que dar un paso más y en ese sentido yo creo que estamos en el camino correcto”.
Información Periodística: Gina Norambuena Martínez. Comunicaciones EPUC.