A dos años de que se promulgara la implementación del reglamento contra la violencia sexual en la UC, el cual considera la prevención y apoyo a las víctimas, el organismo deberá evaluar la implementación de la normativa. La Comisión, compuesta con paridad de género y representación de todos los estamentos de la comunidad, analizará el ordenamiento considerando los requerimientos establecidos por la nueva ley 21.369. Estatuto que regula el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género en el ámbito de la educación superior.
La ley 21.369, que regula el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género en el ámbito de la educación superior, planteó importantes desafíos para los planteles educacionales. La normativa, promulgada el 15 de septiembre de 2021, obliga a las instituciones de educación superior a tener una política integral contra el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género. Un trabajo que la Universidad Católica ya había estado desarrollando, incluso antes de que se estableciera el plazo de un año para ser implementada.
La política de prevención y apoyo a las víctimas de violencia sexual, que en la UC se viene trabajando desde hace ya cinco años, considera la prevención y apoyo psicológico para las víctimas. Un reglamento elaborado a partir de un trabajo colaborativo, en el cual participaron académicos, estudiantes, profesionales, administrativos y dirigentes sindicales. Es ese estatuto, propuesto y aprobado por el Honorable Consejo Superior en marzo de 2020, el que establece que debe ser sujeto a evaluación tras dos años de marcha. Proceso que la Universidad inició hace dos meses y en el cual Alejandro Reinoso, académico de nuestra Escuela, también forma parte.
El profesor, quien es integrante del Consejo Asesor de la Unidad de Violencia Sexual de la UC, participa de la comisión revisora de la política y reglamento sobre violencia sexual. Organismo compuesto por distintos actores y representantes de la comunidad universitaria, que se encuentra encargado de recoger las distintas inquietudes, experiencias y propuestas para generar ajustes a la actual reglamentación. Todo enmarcado en la misión y principios que promueve la Universidad.
“La metodología de la comisión se orienta a generar reflexión crítica sobre temas centrales del fenómeno de la violencia sexual, para lo cual expertas y expertos han sido invitados a discutir con la comisión temas referidos a los derechos humanos, al enfoque de género, discriminación, violencia, identidad y orientación sexual, trauma y victimización secundaria”, señaló la profesora Carolina Muñoz, directora de la Unidad de Violencia Sexual, a la página web de la UC. De acuerdo a la académica de la Escuela de Trabajo Social, el objetivo apunta a identificar los logros y dificultades de la implementación de esta política para proyectar los desafíos futuros.
Para el profesor Alejandro Reinoso, si bien se ha instaurado una mayor sensibilidad por parte de los integrantes de la comunidad ante estos temas, aún existe mucho trabajo por hacer. “Cuando se habla de violencia sexual tendemos a pensar en el abuso. Y la violencia sexual es algo mucho más amplio. Tiene que ver con cómo nos vinculamos a nivel de las relaciones de poder. Lamentablemente hay prácticas que se han naturalizado en ciertos contextos… La violencia es algo que está bastante naturalizado en la sociedad. Por eso, el llamado es a que pensemos el espacio universitario como un lugar para el desarrollo y crecimiento, no sólo de los estudiantes, también de los académicos/as y de la misma institución. Tenemos muchos desafíos sociales que asumir, por ejemplo en lo que relacionado con las minorías sexuales. Es importante saber escuchar, acompañar y respetar, incluso en términos del lenguaje que utilizamos. Para algunos esto puede generar grandes niveles de intolerancia y discriminación, pero tenemos que trabajar para que eso no sea así. Tenemos que entender que la violencia sexual incluso puede ser el trato verbal que se ejerce sobre un otro. El lenguaje con el que puedo hacer sentir mal a un otro en su corporalidad, en su vivencia de su ser sexuado. Por supuesto, es distinto a la transgresión en el cuerpo, pero también es violencia”.
Para el académico de la EPUC uno de los desafíos importantes que enfrenta la Universidad y la sociedad en general en esta materia es el manejo de las redes sociales y cómo estas pueden amparar prácticas de acoso. Un tema que ha estado en el debate público precisamente por aquellas denuncias que surgieron desde el interior de algunos liceos emblemáticos. “Hay una necesidad de hacer una prevención en el uso de redes sociales, pero no sólo en términos sexuales, sino que en términos de violencia en general. Debemos promover una cultura de respeto, de tolerancia y de buen trato. Hoy los niveles de violencia y desconfianza son altísimos. Y las redes sociales permiten agresiones que se amparan bajo el anonimato. Por eso estamos pensando, tratando de abordarlo, en un trabajo en conjunto con distintas unidades de la Universidad”.
Texto: Andrea Fuentes, periodista Escuela de Psicología UC.
Foto: Karina Fuenzalida.