Además, el estudio elaborado por la Fundación para la Confianza junto al centro CUIDA UC, del cual la profesora María Pía Santelices es su Directora Académica, detalla que un 13% de los consultados sufrió abuso de conciencia. Resultados que preocupan, pero que a su vez dan cuenta de una realidad que es necesario afrontar como sociedad.
El 18% de las personas encuestadas señaló que ha sido víctima de abuso sexual siendo menor de edad, donde el victimario tiene 12 años o más. Este es uno de los datos que revela la Primera Encuesta Nacional de Abuso Sexual y Adversidades en la Niñez —que elaboró el centro CUIDA UC junto a Fundación para la Confianza.
Siguiendo los datos que entrega el estudio, dentro de ese 18%, un 23% respondió que este abuso había sido perpetrado por un conocido de la familia, seguido por un vecino (8%), la pareja/pololo/esposo (2%), por un amigo/a (1%), un instructor de disciplina (1%), un cuidador/a (1%) y un sacerdote, diácono o religioso (1%).
“Es un fenómeno altamente invisibilizado, invisible a los ojos de la autoridad, del Estado, de los vecinos, de la comunidad en general. Entonces, es muy difícil de pesquisar y tratar, sobre todo, porque se produce «en ambientes donde los niños están desarrollando su vida cotidiana”, manifestó el académico de la UC, Eduardo Valenzuela.
Importancia de la educación
En la ocasión, el rector Ignacio Sánchez expresó: “En la comprensión del importante tema del poder y del abuso, hay que reconocer que en la base esta siempre la asimetría de una relación, lo que puede generar y gatillar el abuso. Para prevenirlo hay que fomentar una educación adecuada con conciencia de sí, capaz de asimilar diferencias con respecto al otro, y de reforzar la autoestima de cada uno. En suma, se necesita una educación para formar personas libres. Así, el buen ejercicio del poder, debe acompañarse de la educación formación y prevención del abuso con la adecuada creación de conciencia de este riesgo”.
“Siempre la libertad será una clave, es importante que el estudiante, junto con sentirse acogido, pueda desarrollar su propia personalidad y autoestima. Es por eso que la formación desde los primeros años de vida es tan crucial y es lo que nos ha motivado a presentar este tema de manera profunda y rigurosa. Tenemos que tener muy claro que los abusos sexuales contra menores afectan al grupo más inocente, vulnerable y querido de la sociedad: los niños y los jóvenes. Estos crímenes indignan, son abominables y se rechazan de manera tajante”, declaró el rector.
Por su parte, James Hamilton, vicepresidente fundador de Fundación para la Confianza, se refirió a las consecuencias del abuso para la salud: “Al niño abusado se le bloquea la amígdala y se mantiene en alarma permanente y eso produce atrofias en el cerebro. El volumen de su corteza cerebral será menor que el de los niños que no han sido expuestos a violencia y abuso en su infancia. Por eso y muchos otros motivos, podemos decir que los eventos de adversidad temprana reducen la expectativa de vida incluso hasta 20 años”.
“Este poco cuidado efectivo de la infancia, significa un deterioro progresivo de nuestra sociedad. Descuidando la infancia, el mundo genera a sus peores enemigos, yo creo que el futuro de un país de una sociedad y del mundo tiene que ver con la priorización del cuidado de la infancia”, recalcó Hamilton.
Características e impacto del abuso
Respecto de las características y frecuencia del abuso, un 44% señaló que este consistió en un hecho ocurrido una sola vez con una sola persona; un 28% respondió que se trató de varias veces con una sola persona y un 26% de varias veces con varias personas.
Por otra parte, los impactos de este abuso pueden ser tempranos y también tardíos: entre los trastornos de salud mental diagnosticados por profesionales de la salud por abuso sexual infantil están la depresión (38%), el estrés postraumático (11%), la ansiedad generalizada (16%), la ideación suicida (13%), las autolesiones no suicidas (8%) y trastornos del aprendizaje (8%). Porcentajes que contrastan si se comparan, por ejemplo, con personas que no han sufrido abuso sexual infantil y han manifestado depresión (17%) o ideación suicida (3%).
“Toda experiencia adversa en la niñez se asocia de alguna manera a problemas de salud mental, pero cuando hay abuso sexual es aún más grave”, tal como manifestó la directora del Programa Primera Infancia UC María Pía Santelices.
La UC y Fundación para la Confianza crearon en 2019 el Centro CUIDApara prevenir el abuso y la adversidad temprana con el objetivo de generar evidencia científica para la comprensión y la elaboración de herramientas de prevención e intervención en las temáticas de abuso y eventos adversos tempranos, buscando impactar las políticas públicas y la sociedad en general en torno a estos temas.
Los resultados de esta encuesta son una contribución importante para la toma de decisiones de política pública para niños y niñas de Chile, así como para quienes han sufrido estas dolorosas experiencias.
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Texto: Carlos Reyes y equipo de la Dirección de Comunicaciones UC.
Fotos: Karina Fuenzalida.
Para conocer más del estudio, te invitamos revisar la transmisión del Seminario en el cual se presentó en https://www.youtube.com/watch?v=yKsKW1FD8Gg