Liderado por nuestra académica Marianne Daher, el proyecto busca comprender los procesos asociados a la implementación de programas sociales de intervención en pobreza, relativos a los vínculos entre usuario/a y agente de intervención, grupal-comunitario y socio-institucional.

El proyecto “Programas sociales de intervención en pobreza: aspectos clave de los vínculos entre usuario/a y agente de intervención, grupal-comunitario y socio-institucional", liderado por nuestra académica Marianne Daher, es parte de los 33 proyectos Fondecyt de Iniciación que se adjudicaron fondos en la UC este año.

El concurso, en el que nuestra Facultad es una de las que lidera en cantidad de proyectos adjudicados, tiene por objetivo fomentar y fortalecer el desarrollo de la investigación científica y tecnológica de excelencia a través de la promoción de jóvenes investigadores e investigadoras.

“Adjudicarnos este proyecto nos pone muy felices. Primero, porque la temática que presentamos decanta tras muchos años de trabajo y reflexión acerca de la intervención social y comunitaria. Segundo, por el reconocimiento que hace la Universidad a los fondos del Ministerio de la Ciencia, debido a la magnitud del financiamiento y los años que implica. Y tercero, porque sentimos que por fin cumplimos este desafío que implicó una postulación compleja, una alta competencia, y gran rigor en el proceso de evaluación”, comentó Marianne Daher acerca de este reconocimiento.

El proyecto, en el cual también participa como coordinadora Antonia Rosati, exalumna de la salida profesional en psicología social comunitaria de nuestra Escuela, nace por la necesidad de profundizar en el análisis de las relaciones que se producen entre los actores de una intervención social, detectada por nuestra académica en su experiencia.

“Este proyecto nace a partir de mi experiencia directa trabajando en intervención social, donde pude notar que gran parte de la intervención recaía en la relación que establece el o la profesional que trabaja en el programa con sus participantes. Entonces, comencé a buscar información y me di cuenta que, si bien esta relación está muy investigada para el caso de la educación -relación profesor/a y estudiante- y la clínica -relación paciente y terapeuta- no era así en intervención social y que solo se podían encontrar algunas indicaciones, desde la teoría, por ejemplo, en manuales de psicología comunitaria. Además, conversando con mis colegas y con otros actores sociales me di cuenta que era un tema importante para desempeñar de mejor manera su labor, pero que casi nunca era abordado por los programas ni la capacitaciones o formación”, señaló la experta.

Debido a lo anterior el objetivo principal del proyecto es justamente comprender los procesos asociados a la implementación de programas sociales de intervención en pobreza, relativos a los vínculos entre usuario/a y agente de intervención, grupal-comunitario y socio-institucional,

desde las experiencias y significados de actores relevantes del Programa Familias Seguridades y Oportunidades; programa gubernamental destinado a familias en extrema pobreza y situación de vulnerabilidad, en el cual realizarán el trabajo de campo de la investigación.

Sobre el objetivo señalado y el trasfondo del proyecto, la experta enfatiza el contexto en que fue formulado: “Tomando en cuenta que la formulación del proyecto la realizamos en pleno estallido social, creemos que el tema de los vínculos conecta con la demanda por un trato digno y que este proyecto podría dar luces, desde las experiencias de personas en situación de pobreza y profesionales que trabajan en el ámbito social, sobre cómo avanzar en relaciones basadas en el respeto, confianza, reconocimiento, escucha y cuidado mutuo”.

Por su parte, Antonia Rosati, agrega que “en el contexto de crisis y desconfianza institucional, aportar a la evaluación de programas sociales es una herramienta clave para favorecer la legitimidad de las instituciones públicas por parte de la ciudadanía, en la medida en que a través de ésta se puede impactar positivamente en la calidad de la política social”.

Etapas y productos

Con una duración de tres años, su realización se dividirá en cuatro etapas, las cuales responden a los objetivos específicos del proyecto: el estudio del vínculo entre usuario/a y agente de intervención desde las experiencias y significados de usuarios/as y apoyos familiares; el estudio del vínculo grupal-comunitario desde las experiencias y significados de usuarios/as y no usuarios/as del programa; el estudio del vínculo socio-institucional desde las experiencias y significados de Gestores Sociocomunitarios y actores de la red del programa; y el trabajo sobre aspectos críticos relativos a los vínculos entre usuario/a y agente de intervención, grupal-comunitario y socio-institucional según el carácter territorial (urbano/rural) y la calidad de la intervención (éxito/no éxito).

Como productos las expertas señalan que, además de los que exige el fondo -informes, artículos y presentaciones-, realizarán una devolución con los resultados y recomendaciones al FOSIS y a los municipios con los cuales se vinculen, y crearán productos audiovisuales intermedios y finales como infografías, videos, podcast, material de apoyo, entre otros.

“Queremos aportar durante y al final de nuestro proyecto con contenido que sirva a todas y todos. Para ello utilizaremos nuestra plataforma www.praxiscomunitaria.com, sitio que lanzamos a principios de este año y que busca democratizar el conocimiento y hacer una contribución social al compartir recursos de forma gratuita y de fácil acceso”, comentó Daher.

Información periodística: Gina Norambuena Martínez. Comunicaciones EPUC.

Imagen: C64-92-(CC BY 2.0)