“¿Cómo se perpetua la desigualdad de género en el contexto escolar? Mecanismos explicativos y su relación con variables escolares”, es el nombre de la investigación liderada por la profesora Gloria Jiménez Moya. Una de las seis iniciativas seleccionadas en el marco de la XV convocatoria de apoyo a la investigación en educación del Consejo Nacional de Educación (CNDE). Proyecto que busca sentar las bases para futuras intervenciones, comprendiendo los tipos de relaciones que se generan entre los/las preadolescentes. “Si podemos comprender cuáles son los mecanismos que mantienen la desigualdad, podremos saber dónde y cuándo tenemos que intervenir”, dice la académica respecto al estudio en el que también participan l@s académic@s Paula Luengo y Christian Berger, junto a las investigadoras Marais del Río, Sarah Paz, y Camila Contreras.

Apoyar la realización de estudios originales sobre el sistema educativo, como una manera de promover la generación de conocimiento que permita orientar la toma de decisiones de políticas públicas, es parte del objetivo que busca la convocatoria de apoyo a la investigación en educación impulsada por el Consejo Nacional de Educación (CNDE). Iniciativa que este año, en su décima quinta versión, seleccionó entre los seis proyectos ganadores a la investigación liderada por la profesora Gloria Jiménez Moya: “¿Cómo se perpetua la desigualdad de género en el contexto escolar? Mecanismos explicativos y su relación con variables escolares”.

Una noticia recibida con alegría por la investigadora principal, considerando que fueron 173 los proyectos que postularon al concurso en las diferentes líneas de investigación definidas para esta convocatoria: Efectos del COVID-19 en los Procesos Educativos; Educación y Constitución; Oportunidades y Desafíos Tecnológicos en Educación; Aseguramiento de da Calidad para Modalidades No-Tradicionales; Articulación, Trayectorias y Aprendizaje a lo Largo de la Vida; Innovación Docente, Curricular y en Metodologías de Evaluación; Financiamiento de la Educación Superior y Nuevo Marco Normativo del Sistema; y Educación No Sexista y Equidad de Género.

“Postularon grandes ideas, así que recibimos con alegría este reconocimiento, y con mucha responsabilidad respecto al trabajo que tenemos que hacer. Queremos aportar a la sociedad y entregar respuestas que permitan entender de mejor manera los aspectos que permiten perpetuar la desigualdad de género al interior de los colegios”, explica la académica respecto al proyecto en el que también participan la profesora Paula Luengo; el Subdirector de Investigación y Postgrado de la EPUC, Christian Berger; y las investigadoras Marais del Río, Sarah Paz, y Camila Contreras.

La desigualdad de género se genera en distintos ámbitos de nuestra sociedad, ¿por qué es tan importante estudiar esto en el contexto escolar?

Hay varias razones, pero la principal es que el contexto escolar es como una especie de mini sociedad. En este espacio, niños y niñas se relacionan entre pares, construyen normas sociales, jerarquías, etc. Vemos reflejados distintos procesos presentes en la sociedad real. Sabemos que las raíces de la desigualdad de género tienen que ver con la sociabilización y los aprendizajes que tenemos desde que somos pequeños y pequeñas. Y el entorno escolar es un contexto en el que quizá esto se pone más en relevancia, porque se trata del primer grupo social o el primer ambiente, después del familiar, en el que niños y niñas se comienzan a desenvolver.

En esta edad hay muchos procesos que tienen que ver con la maduración y con la interiorización de distintos roles. Y es una dimensión en la que estos aprendizajes se asientan de alguna forma. Por eso el colegio es un contexto crítico para entender cómo se relacionan las y los pre-adolescentes, que son las personas con las que trabajaremos.

Con los años, cada vez somos más conscientes de los prejuicios y estereotipos de género que perpetúan desigualdades. ¿Estamos formando niños y niñas menos discriminadores?

Creo que hay cambios en la formación, pero no de forma sistematizada. Hay muchos intentos por transformar el proceso de aprendizaje y hacernos más conscientes de cómo la desigualdad y los estereotipos de género, desde edades muy tempranas, empiezan a marcar diferencias entre niños y niñas, pero de forma más bien individual. No son iniciativas sistematizadas.

Es positivo que se esté hablando del tema y que cada vez lo tengamos más en cuenta, pero falta aunar estos esfuerzos en políticas públicas que sean transversales y que no queden al arbitrio de cada institución.

¿Qué es lo que ustedes esperan lograr con este proyecto?

Nuestro objetivo es comprender cuáles son los mecanismos que están manteniendo la desigualdad de género entre los y las preadolescentes. Entender de qué forma estos niños y niñas expresan la desigualdad. Cuáles son los mecanismos que hacen que trascienda esta edad, tan crítica del desarrollo. Porque el colegio también es un buen espacio para dejar atrás la desigualdad.

Queremos entender por qué en algunos casos esto no está sucediendo así y cuáles son las variables en el sistema escolar que hacen que se mantenga y no se supere. Para eso estudiaremos aspectos que tienen que ver con las actitudes, las percepciones, y las opiniones de las y los preadolescentes, pero también variables que tienen que ver con la propia institución… con las políticas y jerarquías al interior de los establecimientos.

¿Y cuáles serían los obstáculos más difíciles para derribar la desigualdad de género en nuestro sistema educativo?

Creo que uno de los obstáculos más importantes es que la población comprenda por qué este problema es tan perjudicial para la sociedad. Creo que un obstáculo para que las intervenciones no funcionen o exista cierta resistencia, es que lamentablemente todavía hay personas que no comprenden el alcance y las consecuencias negativas que puede tener esta desigualdad, tanto en hombres como en mujeres.

La sensación de que esta no es una desigualdad relevante o que es algo que ya hemos superado como sociedad, tiene sus orígenes en una perspectiva sexista. Y esa mirada creo que es el principal obstáculo y por eso es importante desarrollar este tipo de proyectos, porque si podemos comprender cuáles son los mecanismos que mantienen la desigualdad de género en los más pequeños, podremos saber dónde y cuándo intervenir.

Texto: Andrea Fuentes Uribe, Periodista Subdirección de Extensión y Comunicaciones EPUC.
Fotos: Karina Fuenzalida, Comunicaciones UC.