En el aniversario número 133 de nuestra Universidad, la académica que ha desarrollado su investigación en psicología clínica, centrándose en los efectos y dinámicas de género a nivel de identidad y vínculos personales, fue nombrada como profesora titular de la UC. Un merecido reconocimiento que se otorgó en el marco de la conmemoración del Día del Sagrado Corazón, que una vez más, producto de la pandemia, debió realizarse de manera virtual. La ceremonia, en que se hizo un sentido homenaje a las víctimas del Covid-19, también fue el escenario en el que el rector Ignacio Sánchez entregó su tradicional cuenta pública. Discurso en el cual destacó el aporte de nuestra comunidad en medio de la crisis: “la pandemia nos encuentra aportando al país de manera muy significativa, involucrados en las necesidades más acuciantes de nuestra población”.
Nuevamente la UC conmemoró el Día del Sagrado Corazón de Jesús y sus 133 años de vida en medio de la pandemia de Covid 19. Una jornada que se desarrolló de manera virtual y que comenzó con la acostumbrada entrega de rosas a la tumba de monseñor Carlos Casanueva. 33 rosas como símbolo de los 33 años que fue rector de nuestra casa de estudios. Un homenaje que dio paso a la misa celebrada por monseñor Cristián Roncagliolo, obispo auxiliar de Santiago, para luego continuar con la tradicional cuenta pública del rector Ignacio Sánchez.
Con la presencia virtual del Honorable Consejo Superior y autoridades universitarias, la máxima autoridad de la UC comenzó su intervención rindiendo un sentido homenaje a las víctimas de la crisis socio-sanitaria y recalcó el compromiso público de nuestra comunidad frente a este difícil escenario. “La pandemia nos encuentra aportando al país de manera muy significativa, involucrados en las necesidades más acuciantes de nuestra población”.
En su discurso, el rector informó que el año 2020 el cuerpo de profesores lo integraron 3.593 académicos, 33.281 estudiantes, 27.895 en pregrado y 5.188 en postgrado (1.258 en programas de doctorado, 3.301 de magíster y 827 de postítulo). “Y se destinó un poco más de $11.000 millones en becas para estudiantes de pregrado, incluido el aporte UC a la gratuidad. Un 60% de los estudiantes de pregrado recibió algún beneficio de arancel. Y al considerar solo estudiantes de primer año con acceso a gratuidad, estos representan cerca de un 26,6% de la matrícula del año 2020”.
Otro aspecto que se destacó en su intervención fue la permanente búsqueda del desarrollo integral de la mujer al interior de la Universidad. Hoy, a casi 100 años de la primera mujer egresada de nuestra Universidad, la matrícula femenina representa el 56% del total. Por lo mismo, la implementación de medidas que las ayuden y les permitan desarrollar sus estudios de manera plena se tornan fundamentales. Entre ellas se encuentra, por ejemplo, que las madres con hijos de hasta los 2 años puedan tomar una carga reducida de créditos asociada a un arancel parcial y que tengan prioridad a la hora de inscribir ramos.
A su vez, la Universidad también se ha trabajado en contenidos curriculares que aborden temáticas de género, y actualmente se está analizando la solicitud de entrega de títulos según género, en las carreras que corresponda y a solicitud de las estudiantes. “La mujer cumple un rol clave en el desarrollo de nuestra universidad y de todo el sistema de educación superior”, afirmó el Rector, destacando que desde hace dos años existe una dirección de equidad de género, al interior de la Vicerrectoría Académica, con el fin de promover e implementar políticas relativas a este tema.
En lo referente a investigación, el rector comunicó que el año pasado la UC fue la principal adjudicataria de fondos estatales para investigación básica, “concentrando el 18% de los proyectos Fondecyt Regular. Como institución participante se adjudicó el 75% de los Institutos Milenio, y como institución albergante el 56% de los Núcleos Milenio”. Asimismo, en el Concurso para la Asignación Rápida de Recursos para Proyectos de Investigación sobre el Coronavirus, de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, en que hubo más de mil proyectos postulados, la UC se adjudicó 14 proyectos, 9 de ellos como institución principal: 2 del Instituto de Sociología, 2 del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales; 1 de la Escuela de Enfermería y 4 de la Escuela de Medicina. Materia en la que la autoridad ve los principales desafíos a futuro, sobre todo considerando la situación de la crisis sanitaria y la evolución de la pandemia.
Reconocimiento a nuestros académicos y académicas
Entre los momentos más emotivos de la ceremonia que contó con la presencia de las principales autoridades universitarias estuvo la entrega de importantes reconocimientos a las y los docentes de nuestra Universidad.
En esta oportunidad el Premio Monseñor Carlos Casanueva, considerado el máximo reconocimiento que puede obtener un académico durante su trayectoria en la institución, fue otorgado al profesor Arturo Yrarrázaval de la Facultad de Derecho; mientras que el Premio Abdón Cifuentes, dirigido a los profesores que han logrado un impacto positivo y directo en la sociedad, fue entregado al profesor Alexis Karlegis de la Facultad de Ciencias Biológicas. Esto considerando su “significativo liderazgo en el proyecto UC-Sinovac, que permitió el suministro temprano y preferente de millones de dosis de vacunas contra el COVID-19 para nuestro país”.
La entrega del grado académico honorífico de profesor emérito a José Ignacio González Leiva, del Instituto de Geografía, Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política; y a José Luis Cea Egaña, de la Facultad de Derecho también fue parte de la jornada que continuó con el nombramiento de los nuevos profesores y profesoras titulares de la Universidad Católica.
Gracias a la destacada labor académica y a la significativa contribución de sus trabajos de investigación y creación, siete académicos y ocho académicas, entre las que se encuentra la profesora Dariela Sharim Kovalskys, recibieron un merecido reconocimiento a su trayectoria y accedieron a la categoría de profesores titulares. “Esta es la más alta categoría académica y se otorga como reconocimiento a quienes tienen un claro compromiso con la Universidad, su misión, principios, y la formación de personas”, dijo Silvana Zanlungo, quien encabeza la Dirección de Desarrollo Académico UC y también la Dirección de Equidad de género, de la Vicerrectoría Académica.
En el caso de la profesora Dariela Sharim Kovalskys, quien ha desarrollado su investigación en el área de la psicología clínica, centrándose en las dinámicas subjetivas de género y los vínculos interpersonales, la distinción fue recibida con agradecimiento y como un incentivo a seguir trabajando. “El reconocimiento de mi trayectoria en el marco de una comunidad me alienta a su continuidad, a seguir colaborando en un proyecto de formación y exploración a través del encuentro y del asombro. Agradezco el privilegio que implica en mi área de trabajo, la posibilidad que me ha dado la UC de articular la práctica y la teoría en un recorrido de interdisciplina y colaboración”.
¿Qué temáticas han sido las que más la han motivado como investigadora?
Desde muy temprano, mi agenda de investigación ha estado centrada en temas de género. Particularmente en la dimensión subjetiva del género; perspectiva para el estudio de las relaciones de intimidad, lo que ha sido uno de mis trabajos más relevantes de investigación.
Asimismo, los enfoques teórico-metodológicos de mi trabajo son otro tema que me interesa. Me refiero a los enfoques clínicos y más específicamente a los enfoques biográficos a la hora de investigar.
Y como profesora, ¿qué ha sido lo que más la ha motivado?
Tal vez lo que más me motiva es el lugar tan estimulante que es la Universidad. Tus colegas, pero sobre todo, las y los estudiantes, constituyen un estímulo permanente. Para una profesora eso tiene un valor realmente enorme.
Con todo esto de la pandemia, sin duda, ha sido muy difícil ejercer la docencia. ¿Cómo ha sido para usted este desafío?
Sorprendente… Hay que decir que lo más importante es que se logra. Hemos podido continuar el proceso de enseñanza – aprendizaje, pese a la no co-presencialidad. Tal vez nunca hubiera imaginado que sin ese aspecto, tan importante, se podía ver un progreso. El compromiso, tanto de los estudiantes, los administrativos, los docentes, que han puesto todo de su parte para que sea posible, han permitido un buen resultado.
Entonces, en primer lugar, ha sido una sorpresa positiva ver que esto ha sido posible. Por supuesto, con limitaciones, pero está siendo posible. Ahora, esto no significa que dejemos de preocuparnos, porque esto sí tiene consecuencias. Y tal vez la más generalizada es el agobio.
Estar en un solo espacio haciendo la vida entera no es normal. El tiempo libre que a veces teníamos en los traslados o en los pasillos, es un tiempo que prácticamente desapareció. Y eso, sin duda, va a tener consecuencias, que espero que en la Universidad seamos capaces de repararlas o al menos de contenerlas.
¿Cuáles son sus próximos desafíos después de recibir un reconocimiento de este tipo?
Esto para mí es un reconocimiento, pero también un estímulo para seguir poniendo mi granito de arena en el proyecto Universidad. Me parece que hay una propuesta de hacer investigación, que se plasma en el Laboratorio de Investigación en Subjetividad y Cambio Social, del cual participo. Se trata de un espacio que reúne a gente bien diversa, con distintas investigaciones, pero compartiendo los Enfoques clínicos que articulan lo subjetivo y lo social. Para mí, en términos de investigación, ahí hay un desafío importante. Es un desafío dar continuidad a ese Laboratorio, que en tiempo de pandemia, se ha visto bien afectado.
En otro ámbito, creo que hasta el último día que esté en la Universidad la docencia será siempre un gran desafío. Particularmente la docencia en el área de la psicología clínica. Pese a que llevo tantos años, es algo que me interesa mucho seguir desarrollando, porque implica juntar una teoría con una práctica.
Y, en el horizonte más inmediato, está la colaboración en el proyecto de salud mental al interior de la Universidad. El proyecto Rencuentro UC, que estoy liderando, es una iniciativa de Rectoría que en corto tiempo va a aparecer a la luz pública y que tiene que ver con las maneras en que nuestra universidad se cuida en relación a todo lo que implica la pandemia. Las consecuencias de los encierros, pero también las implicancias de volver a la presencialidad. Porque como nos ha recordado el Rector, ‘una Universidad que se cuida, es una universidad que está llena. La que se descuida está vacía’.
Texto: Andrea Fuentes Uribe, Periodista Subdirección de Extensión y Comunicaciones EPUC
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Revisa el video de la ceremonia a continuación: